En la pasada conferencia que impartí telemáticamente en el Ilustre Colegio de Abogados de las Islas Baleares, me quise adaptar a las cuestiones que más interesaron a los asistentes, así que solicité a la organización que me enviara un cuestionario previo.
Una de las preguntas que me plantearon fue si, dadas las condiciones actuales, considero previsible un repunte de los concursos de acreedores.
Mi respuesta fue: Obviamente, sí. Y “sí” por responsabilidad. Lo explico:
- Lo primero que debemos hacer (aunque cueste) es analizar con tranquilidad la realidad económica en la que nos encontramos y aceptarla. Es dura.
- Si nuestra empresa está en situación de insolvencia, la Ley nos da dos caminos:
- Buscar el capital que permita salir de esa insolvencia.
- Presentar concurso de acreedores.
- Por supuesto, si se da que:
- Tenemos o podemos conseguir capital
- La empresa es competitiva en el mercado, entonces,
- Quizá tengamos el problema resuelto.
- Digo “quizá” precisamente porque quiero llamar la atención sobre esto: no basta disponer de capital; es preciso que la empresa sea viable (dos ejemplos típicos de lo que quiero decir: además de capital (i) la empresa debe tener mercado u otro -muy típico y a veces difícil de ver- (ii) es que el endeudamiento financiero, el “apalancamiento” no sea tal que, pese a tener ganancias, éstas no basten para remontar).
- Si se dan los problemas que acabo de referir, sencillamente, perderemos capital y el problema se habrá hecho mayor.
- Por tanto: Si no tenemos el capital o, incluso, si pese a tenerlo la empresa no es viable por alguna razón, debemos presentar concurso. Y de esto hice -y hago- espacial mención: En tales casos el concurso de acreedores no es una posibilidad, sino una obligación.
En definitiva, como decía antes, sí habrá repunte si somos responsables, tal y como ya decíamos hace años y hemos señalado en artículos anteriores: http://ramisabogados.com/miremos-al-concurso-a-los-ojos/.
Melsion Ramis, Abogado
correo: ‘ramis@ramisabogados.com’